Ahí me encontraba yo... en un lugar desconocido, nunca visitado antes. Podía sentir a flor de piel la tristeza, el amor, la melancolía, todo aquello que sintiera relacionado a vos. De repente, aparecías, sí, ahí estabas vos con tu hermano. Venías a decirme lo mucho que me necesitabas, querías casarte conmigo... Pero eras otro. Tus gestos eran otros, tu voz era otra, incluso aquel simple hecho de venir a buscarme... eso no provenía era del Tomás que conozco. Y me fascinaba. Te idealicé perfecto, sin orgullo, sin miedo, con fé, alegre... En mi sueño eras feliz a mi lado. Te miraba, te tocaba, te sentía, te besaba, enloquecía. Luego... simplemente ya no recordaba nada, lo había olvidado todo por completo. Ni de vos, perfecto héroe con armadura de cartón.. Vos eras mi olvido.
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